En nuestras Organizaciones, empresas, Instituciones , Universidades y Colegios, existe gran cantidad de talento sumergido, puede que, demasiado. El talento sumergido es aquél que no tiene la oportunidad de salir a la superficie, de crecer y de desarrollarse. Esto sucede por diferentes motivos, pero el principal es que prestar atención al talento no es una de las tareas prioritarias de las Organizaciones.

Aunque existe mucha literatura escrita sobre este tema, la práctica y aplicación no está generalizada. Por una parte, los individuos talentosos muchas veces no saben mostrarse, puede ser por miedo, por timidez, por desconocimiento, o simplemente porque no se facilita el espacio adecuado para que lo hagan. Por otro lado, los encargados de reconocer el talento y fomentarlo, líderes, jefes, profesores, muchas veces no cuentan con la formación ni la preparación necesarias para saber descubrir el talento.  Es decir, no tienen las aptitudes adecuadas. Pero lo que es peor, es que muchas veces aunque tengan la capacidad de descubrirlo no tienen la generosidad de desarrollarlo. Y es que para sacar a la luz el talento sumergido hay que tener no sólo aptitudes, sino, y lo más importante, actitud.

Sin líderes generosos, será imposible que el talento se desarrolle. Cuando hablamos de talento no hace falta pensar en capacidades extraordinarias, o superpoderes, sino en saber descubrir y desarrollar lo que es relevante en cada persona. Aquéllo que tiene que ver con lo que mejor hace y está alineado con lo que le gusta hacer.

El hecho de que en nuestras empresas y en nuestros Colegios exista talento sin descubrir y desarrollar tiene como consecuencia directa la desmotivación, que muchas veces conduce al fracaso escolar o laboral (despido emocional). Sabemos que la motivación es clave tanto para los estudiantes como para los colaboradores de cualquier compañía, estar motivados hace que ofrezcamos lo mejor de nosotros mismos.

Los modelos explicativos de las teorías de la motivación, desde Maslow hasta Locke y Latham, inciden en la necesidad de crecimiento personal (C.Alderfer) como elemento clave de la motivación. Todos tenemos necesidad de desarrollo personal, de poder cumplir nuestras expectativas, de luchar por nuestros sueños y objetivos.  Esta es la llave que abre el talento de nuestras Organizaciones.

Si queremos que el talento brille y salga a la superficie necesitamos líderes preparados, pero sobre todo generosos, que quieran dedicar su tiempo, su trabajo y su propio talento a confiar en las personas. Es el poder del famoso efecto Pigmalión. Se han hecho múltiples experimentos en Escuelas basados en el efecto Pigmalión, o también llamado teoría de la profecía autocumplida que consiste sencillamente en  tratar a los alumnos en el aula de acuerdo con las expectativas que proyectas o que se espera de ellos. Este experimento tiene magníficos resultados, con la respuesta positiva de los alumnos. Es el poder de conversión de las personas por la confianza que depositamos en ellas.

El efecto Pigmalion aparece magníficamente descrito en la película My Fair Lady, dónde una chica del arrabal se convierte en una dama por la confianza que el Prof. Higgins deposita en ella. Pero lo fundamental y lo que marca la diferencia, es que se convierte en una dama porque él la trata como tal.

Si queremos que en nuestras Organizaciones las personas, sean creativas, innovadoras, y productivas, tenemos que tratarlas como tales. Dedicar nuestra generosidad, tiempo y esfuerzo para detectar cuál es su talento y darles la confianza y las herramientas para que de verdad, sientan que son productivos, creativos e innovadores.

El refuerzo positivo, y la confianza tienen un poder terapéutico en las personas, es un proceso de empoderamiento y desarrollo personal.

Todos tenemos el deseo y la necesidad de añadir algo propio al mundo y la magia se produce cuando somos capaces de ayudar a los demás a que lo hagan.

CC BY-NC-SA 4.0 El Talento sumergido por Cuestión de Ideas está licenciado bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

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