Un hombre no es otra cosa que lo que hace de sí mismo. Jean- Paul Sartre

Sartre tenía ya clara esta idea: nosotros controlamos nuestra propia vida, nuestra acciones y decisiones, y eso tiene que ver con el concepto de «Marca personal», como el control de nuestra propia imagen, de la imagen que queremos proyectar de nosotros mismos. Cada vez se habla más de Personal Branding y más gente se interesa por las ventajas que ofrece, sin embargo, resulta muy curioso que los interesados normalmente tienen perfiles de personas en búsqueda de empleo, o profesionales que trabajan por su cuenta: emprendedores o consultores.

Los profesionales que están en activo en una empresa, da igual si es pública o privada, creen que eso de la marca personal no es para ellos.

Alguna vez he tratado este tema con profesionales que llevan unos años en la misma empresa. El planteamiento era tan sólo estar al día, mejorar su imagen profesional, actualizar el CV (algunos ni si quiera lo tienen), y  tener presencia en alguna red social de carácter profesional, como Linkedin. En definitiva, aprovechar las ventajas que todo este nuevo entorno de comunicación nos ofrece para estar al día de la formación y las actualizaciones necesarias del sector en el que trabajamos.

La necesidad de la formación continua y la adaptación a los cambios tan rápidos de la sociedad y de las empresas, no parecen  ser argumentos suficientes y convincentes.

Seguimos con la antigua idea de querer jubilarnos en la empresa en la que hemos comenzado, esto cada vez es menos frecuente, y diría que gracias a Dios, porque no es sano.

Pero lo peor es que, aunque hay excepciones, por regla general no pretendemos dejar huella ni ser los mejores en lo que hacemos, es extraño encontrar personas ambiciosas en ese sentido, exigentes e inconformistas. ¡Esta mentalidad es la que hay que cambiar urgentemente!

Hablamos mucho del famoso “compromiso” o engagement , es uno de los objetivos que toda empresa quiere lograr y por el que se rompen la cabeza los responsables de Recursos Humanos. Uno de los síntomas de este compromiso es el orgullo de pertenencia a la organización. Pero si lo miramos desde otra perspectiva, lo correcto sería que tanto el compromiso, como el orgullo, sean mutuos. A veces nos acomodamos en una postura pasiva del profesional con respecto a la empresa.

Las empresas también pueden y deben poder presumir, y sentirse orgullosas de las personas y profesionales que forman su organización.

Algunas compañías son conocidas porque sus profesionales, líderes o ejecutivos destacan, su marca personal y profesional es tan buena que trasciende. Podemos poner un ejemplo muy conocido, el de Steve Ballmer, que llegó a ser CEO de Microsoft. Su peculiar forma de presentarse en las reuniones y ante los medios hicieron que fuera famoso dentro y fuera de Microsoft.

 

 

Sin llegar tal vez al extremo excéntrico de Ballmer, sí podemos aportar y crear valor en nuestra empresa. Esto requiere una serie de ingredientes; en primer lugar, es una cuestión de actitud y de voluntad. Es querer dar cada día lo mejor de nosotros mismos. Repensar lo que hacemos rutinariamente de la misma forma porque además, ya se hacía así. Pensar y actuar como líderes, todos somos líderes y responsables de nuestro propio trabajo. Nuestro empeño diario ha de ser: Innovar, crear, mejorar. En definitiva, levantarnos cada día con el deseo de añadir algo propio y personal a nuestro trabajo y a nuestra compañía.

Todos estos son elementos de lo que puede ser nuestra Marca personal como profesionales. Las nuevas formas de comunicación digital, pueden ayudarnos en esta tarea de estar «bien informados».  Además, podemos compartir nuestra experiencia y nuestras ideas con otros y enriquecernos mutuamente. Las redes sociales en este sentido son una herramienta muy potente y eficaz para estar al día en nuestro sector profesional. Estar al margen de la nueva comunicación digital, de la Infosfera, nos deja fuera la realidad social y empresarial de nuestros tiempos.

Las propias organizaciones deberían fomentar y proporcionar formación sobre estas herramientas y sobre todo lo que el personal y profesional branding nos ofrece. Pero normalmente sólo las organizaciones maduras y responsables actúan de esta manera. Las empresas inseguras piensan lo contrario; si tus empleados tienen un perfil en Linkedin es que se quieren ir. Si esto sucede es sólo porque no están seguros de hacer bien las cosas, de otra forma, no debería tener ningún miedo.

La gran ventaja es que la buena imagen de marca de tus profesionales redunde en tu Imagen de empresa. Y es que, ¡La mejor organización se hace con los mejores!

Terminamos con un sabio consejo de Baltasar Gracián, un profeta de la Marca personal..

Descubre tu principal virtud” Has de saber en qué profesión eres más capaz, y cultivar eso, y usarlo para ayudar a los demás. Cualquiera puede conseguir la prestancia en algo, si descubre que esa es su vocación. Conoce tu virtud principal y aplícate a ella: por ejemplo, unos se destacan por el buen juicio, otros por el valor. La mayoría no hace caso a los consejos de su inteligencia y por ello no consigue el éxito.

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